Uno de los temas más resaltantes en el debate teológico adventista actual es la cuestión del remanente. Es un tópico que genera toda clase de respuestas, y tanto grupos liberales como conservadores dentro de nuestras tiendas han ofrecido toda clase de respuestas. El texto más consultado para afirmar la existencia de un pueblo remanente es Apocalipsis 12: 17: "Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús".
Creemos que éste es uno de los pasajes más emblemáticos de la Biblia en cuanto a la identidad y la misión del remanente, además de lo que se menciona en el capítulo 14. Estamos convencidos en el Espíritu de Cristo que la Iglesia Adventista del séptimo día cumple la profecía de Apocalipsis 12: 17.
Para el mundo cristiano en general, esta declaración podrá parecer arrogante y triunfalista. Aún entre algunos hermanos sabáticos existe desconfianza (o desconocimiento?) en cuanto a nuestra identidad como remanente, incluso otros rechazan la identidad remanente del pueblo con pretexto de la falta de santidad y ciertos "abusos" que se cometen en la administración de la iglesia. Pero el motivo fundamental para que los adventistas nos consideremos el remanente en este tiempo del fin es debido a la luz que Dios ha dejado resplandecer sobre su pueblo; es el sistema de verdades biblicas en torno a Cristo y su obra en el santuario, es lo que convierte al adventismo en el pueblo remanente de esta era (E. White, ).
El movimiento Adventista surgió como un movimiento escatológico cuya tarea principal es proclamar al mundo el mensaje de los Tres Ángeles, en el contexto de Apocalipsis 14. Este movimiento tuvo como base ciertas doctrinas que enfatizaban las creencias fundamentales de la cristiandad que el Cuerno Pequeño (I.C.A.R.) sepultó bajo su mazo de doctrinas oscuras y anti-bíblicas. La Sra. White y los pioneros reconocieron a dichas creencias como "hitos" o "pilares de la fe".
Los pilares de la teología adventista fueron reconocidos como:
1. La doctrina del santuario.
2. El mensaje de los tres ángeles.
3. La no-inmortalidad del alma.
4. El sábado y la ley de Dios.
Estamos convencidos que estos pilares doctrinales son los fundamentos sobre los cuales se erigió TEOLOGICAMENTE la iglesia adventista, y son estos hitos los que deben estar delante de la mente de los hermanos continuamente. El remanente surgió para proclamar y enseñar acerca de estas cuatro verdades, las cuales se desarrollarían y ampliarían con el paso del tiempo (Continuará...).
